La vida es desordenada, pero en la superficie viene perfectamente empaquetada. Nuestra piel envuelve y oculta sistemas internos que son casi infinitos en su complejidad. No es de extranar que sea nuestro organo mas grande. Tambien media en la forma en que interactuamos con el mundo, desde gestos faciales expresivos hasta cabellos finos que se erizan con una brisa fresca.
Lo mismo ocurre con las tecnologias que sostienen, renuevan o mejoran nuestros cuerpos. Sus formas y secuencias unicas se rastrean a traves de Design for Life, la ultima exposicion biomedica en el Museo Powerhouse de Sydney.
Fue un placer volver al Powerhouse resucitado. Sus colecciones son extraordinarias y esta exposicion se ha basado cuidadosamente en los diversos artefactos del museo.
El arreglo tematico abarca nuestras funciones corporales desde la sangre hasta la respiracion, asi como las capacidades incorporadas en los dispositivos terapeuticos.
Fantasia en minucias
Dentro de la exhibicion de «modificacion y aumento», los visitantes pueden apreciar la costura extraordinariamente delicada que los fabricantes de ropa interior aplicaron para elaborar los corses quirurgicos. Cuidadosamente atados, estas prendas abrazaron y remodelaron los cuerpos curativos debajo.
Design for Life es una exposicion muy Powerhouse. Sus objetos estan exquisitamente organizados, pero minimamente subtitulados. No escuchamos las voces de los medicos o pacientes, ni vemos cuerpos humanos o la tecnologia en funcionamiento.
El ambiente es arquetipicamente clinico. La puesta en escena y la iluminacion son serenas y austeras, llamativas en su crudeza. Las vitrinas hacen eco de la elegancia funcional del acero inoxidable del quirofano.
Podemos ver que Telectronics actualizo su marcapasos sincronizado ventricular modelo PX2-B, porque el codigo «PX2-C» se ha rayado toscamente en la placa frontal de un prototipo. Con un grafiti de la era de los 70, la fecha «1 – 2 – 75» tambien esta tallada en forma tosca en su superficie brunida y estarcida.
Disfrute la oportunidad de inspeccionar un respirador civil de la decada de 1940. Fabricada en masa durante la segunda guerra mundial, esta mascara de goma estaba destinada a proteger a nuestra poblacion nacional de un temido ataque de gas por aire.
En teoria, su arnes podria ajustarse para proporcionar un sello hermetico contra los venenos inhalados. En realidad, las correas del respirador que se muestra estan aseguradas con tres imperdibles caseros.
Los mensajes ocultos de la publicidad
Independientemente de su utilidad clinica, los productos terapeuticos tambien requieren comercializacion. El gabinete de “medicina y drogas” presenta envases farmaceuticos desde la decada de 1940 en adelante.
FLU OIA’, Inmunoensayo optico para la deteccion de la influenza A y B, desarrollado y fabricado por Biota, Melbourne, Victoria, Australia y Thermo Electron Corporation, Louisville, Colorado, 2004. Laura Moore/MAAS
La mayoria de los cartones son espartanos y comprenden informacion claramente escrita animada por un toque ocasional de color. Dentro de este ensamblaje cuadrado, se destaca un paquete de Bronkephrine de 1967. Con una ilustracion caricaturesca de un maletin medico y una jeringa, lo que mas me impresiono fue su audaz afirmacion.
Cuando se usa para tratar el asma, prometio Winthrop Laboratories, Bronkephrine brindaria una «broncodilatacion rapida, excepcionalmente segura y sin taquicardia». Claramente, la taquicardia, una frecuencia cardiaca excesivamente rapida, habia resultado problematica con los remedios anteriores para el asma.
Desde entonces, las frases tranquilizadoras como «excepcionalmente seguro» han sido prohibidas en las promociones farmaceuticas. Cuanto mas usamos las tecnologias medicas, mas aceptamos que los humanos respondan a ellas de formas idiosincrasicas e imprevistas, y ya no se permiten afirmaciones amplias sobre la seguridad.
Esta es la tension fundamental que socava la exposicion: la vida no esta disenada. Incluso con mala salud, los humanos se comportan de manera erratica o caprichosa. Nuestros fluidos rebeldes se filtran en las mesas de operaciones y presionamos el boton equivocado. Cambiamos y adaptamos dispositivos, y perdemos o rompemos objetos.
Si bien el diseno emergente de artefactos medicos puede representar nuevas posibilidades tecnologicas, tambien puede reflejar el impacto de la ignorancia, los accidentes o la fantasia.
La utilidad medica de la ferreteria
Esta es la razon por la que mi objeto favorito en Design for Life es un laser quirurgico de carbono, presentado por Laser Industries en 1979. El dispositivo de color gris acorazado se parece mas a un robot de linea de montaje que a una herramienta de incision de precision.
Sin embargo, esta totalmente humanizado. Las instrucciones de funcionamiento impresas se han deslizado en una funda de plastico barata y se han pegado con cinta adhesiva a su superficie superior. “Si no esta seguro de como cuidar [la] maquina”, concluyen, “dejelo para alguien que lo haga”.
La parte posterior de la unidad laser me recuerda a un paciente que olvido atarse la bata de hospital, exponiendo su trasero a una sala desagradecida.
Aqui encontramos un cilindro de gas astillado cubierto con certificados de inspeccion y pegatinas; una unidad de filtro estampada; tubos y cables electricos amarillentos. Aparentemente critico para la operacion del laser es una manguera de jardin enrollada, completa con un conector Nylex naranja, como se encuentra en los patios traseros de Australia. Luchar por disciplinar estos apegos retorcidos y desordenados es una cadena galvanizada de ferreteria.
Esta es la realidad del diseno sanitario: por mucho que aspiremos a la pureza de la forma, la funcion, la comunicacion o el funcionamiento, los dispositivos medicos nunca son meros objetos. Viven con nosotros, o dentro de nosotros, en toda nuestra caotica imprevisibilidad. La vida elude nuestros designios.
Sin embargo, esta exposicion confirma la conmovedora resistencia de nuestra creencia de que un dia, solo tal vez, realmente tengamos el control.