SHIRLEY HAZZARD NACIO en Sidney, Australia, en 1931. Era la segunda hija de Reg y Kit, que se conocieron mientras trabajaban en la oficina de la empresa de ingenieria que construyo el puente del puerto de Sidney. El suyo fue un matrimonio marcado, como dice Brigitta Olubas en Shirley Hazzard: A Writing Life, por una “incompatibilidad de casi toda la vida” que se hizo mas dificil por el alcoholismo de Reg y la bipolaridad de Kit. Shirley era la favorita de Kit.

Cuando tenia seis o siete anos, Kit le pidio que fuera a la cocina para que juntas metieran la cabeza en el horno de gas. Shirley dijo mas tarde que el personaje de Dora en The Transit of Venus (1980) era «una dosis muy leve de mi madre, una destructora que se ve a si misma como una victima perpetua». 

Reg y Kit querian darles a sus hijas una mejor infancia de la que habian disfrutado, y es posible que lo hayan logrado. (Ambos, senala Olubas, “comenzaron sus vidas en circunstancias de ilegitimidad y considerable privacion material”). Shirley amaba la luz sobre el mar tanto como Wordsworth, Browning, Auden, Byron y Baudelaire. Tenia, si no una memoria fotografica, una facilidad inusual para recordar poemas, aunque hubo momentos en que «apenas podia leer los versos por la emocion, el extasis». Durante la Segunda Guerra Mundial, Shirley y su hermana Valerie escribieron romances sobre soldados heridos en la maquina de escribir. Cuando termino la guerra, Reg, que habia estado trabajando en el Departamento de Municiones, fue nombrado comisionado comercial australiano para Hong Kong. La familia se mudo en 1947, ya traves de las conexiones coloniales de sus padres, Shirley encontro un trabajo en una unidad de inteligencia interservicios britanica cuyas funciones incluian monitorear la guerra civil en China continental. (Valerie trabajaba en un periodico en ingles). Olubas descarta cualquier fantasia acerca de que Shirley haya sido una espia, aunque «no obstante, hubo algun aspecto de recopilacion de inteligencia rudimentaria involucrada». En la oficina conocio y tuvo una casta aventura con Alec Vedeniapine, un ruso blanco quince anos mayor que ella. Cuando Valerie enfermo gravemente de tuberculosis, la familia regreso a Australia. “Este fue el final de mi vida”, recordo Shirley mas tarde. Queria ir a la universidad, pero todavia era poco comun que las mujeres lo hicieran y, ademas, no habia terminado la escuela secundaria. En cambio, asistio a la universidad de secretariado. “Miseria, presentimiento, cadena perpetua”, escribio. cincuenta anos despues. “En este tiempo cruel queria morir”.

Valerie se recupero y, para la siguiente publicacion de Reg, la familia se mudo a Wellington, Nueva Zelanda («simplemente fue tan aburrido como podria ser»). Shirley y Vedeniapine mantuvieron correspondencia en secreto y se comprometieron. Pero despues de que ella retraso repetidamente los planes para verlo, Vedeniapina los interrumpio y escribio que estaba preocupado de que la vida que habia elegido, como agricultor en Inglaterra, no la haria feliz. Retrospectivamente, Hazzard se apego a la teoria de que su madre habia arruinado el compromiso, una historia que Olubas glosa cortesmente como «no respaldada realmente por evidencia». Decadas mas tarde, Hazzard todavia describia que la vedeniapina tenia una “incapacidad. . . por amor imaginativo”, y ella nunca pudo creer que el realmente hubiera querido ser agricultor. Una vez, cuando estaba a punto de jubilarse y se preparaba para vender algunas de sus amadas vacas, Shirley vino a visitarlo. Por la noche, escribia anotaciones en su diario en las que criticaba a “aquellos que se atan a si mismos a las limitaciones”. “La granja no era el habitat natural de Shirley”, dijo la esposa de Vedeniapine.

A fines de 1951, los Hazzard se mudaron a los Estados Unidos para el nuevo trabajo de Reg como comisionado comercial australiano en Nueva York. A partir de entonces, Shirley volveria a su pais de nacimiento solo un punado de veces. (Cuando se hizo famosa, ser una “escritora australiana” seria una fuente de inquietud.) Solicito y consiguio un trabajo en las Naciones Unidas en la oficina de la Administracion de Asistencia Tecnica, donde sus responsabilidades incluian registrar actas, mecanografiar y presentacion. Era un trabajo aburrido (luego se convirtio en material para las historias vinculadas en People in Glass Houses) y nuevamente se vio envuelta en romances de oficina. Algunos objetos de su afecto no fueron correspondidos y las relaciones que tuvo a menudo fueron secretas. Como escribe Olubas: “Los hombres con los que estuvo involucrada durante estos anos eran significativamente mayores y la mayoria estaban casados. Reg se fue con otra mujer en 1953, dejando a Kit en circunstancias precarias. Despues de que Valerie se casara y regresara a Australia, Shirley fue responsable de mantener a su madre, un hecho que puede explicar su antipatia de por vida por Valerie. Con el tiempo, la brecha entre las hermanas crecio, hasta que Shirley pudo afirmar, de manera inverosimil, que los anos de silencio por parte de ambas no constituian un «distanciamiento», sino mas bien «simplemente aburrimiento».

En 1956 Shirley solicito y se le concedio un traslado a Napoles, para trabajar en la oficina de la Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas. Sus deberes eran, nuevamente, principalmente escribir a maquina, y no disfrutaba de la compania de sus colegas. Al final de su mandato viajo un poco por Italia, incluida una estadia en Villa Solaia, una casa de campo a una hora a pie de Siena donde la familia Vivante recibia invitados de pago. En el Vivantes Shirley encontro una familia sustituta de intelectuales bien conectados en los circulos literarios y antifascistas italianos, asi como nuevas amistades con visitantes como Dwight Macdonald, quien tambien se hospedo en la Villa. Regresaria a Solaia durante dos meses cada verano durante los proximos cinco anos. Estaba en la cocina alli cuando recibio su primera aceptacion del New Yorker, por el cuento “Harold”. (Olubas senala que, contrariamente a la impresion que a veces daba Hazzard, «Harold» no fue ni la primera historia que escribio ni fue la primera que envio al New Yorker; segun el editor de ficcion de la revista, William Maxwell, impresiono al personal al ser —en un comentario que dice mas sobre el departamento de ficcion del New Yorker que sobre Hazzard— “la obra de un artista literario consumado del que no sabian absolutamente nada”).

En 1963, el ano en que se publico su coleccion de cuentos Cliffs of Fall, Hazzard conocio a Francis Steegmuller en una pequena fiesta organizada por Muriel Spark. (Kit tambien habia venido a la fiesta, pero se fue temprano para asistir a una fiesta del Dia de Australia en el consulado: «Gracias a Dios», escribio Shirley en su diario). Steegmuller era veinticinco anos mayor que Hazzard, autor de una aclamada biografia. de Flaubert, viudo, y saliendo con otra persona, pero en seis meses su situacion se resolvio a favor de Shirley, y los dos se casaron en diciembre. El camino del amor no siempre fue facil: cuando Hazzard lloro porque Steegmuller no estaba impresionado por su visita a Villa Solaia, dijo: «¿Por que no nos separamos?», Pero con el tiempo se hicieron conocidos como una pareja feliz. Algunos de los temas biograficos de Steegmuller eran «figuras codificadas para homosexuales, y en algunos circulos se suponia o se “sabia” que tenia amantes masculinos, pero Olubas no esta convencida y tambien cita fuentes que lo dudaban. Lo que es importante para sus propositos es que Hazzard «encontro la felicidad en el matrimonio con un hombre con inclinaciones hacia figuras literarias y artisticas y temas marcados por la complejidad en lugar de la transparencia, con una preferencia por la verdad no revelada en lugar de la jactanciosa». Ella cita la ultima novela de Hazzard, The Great Fire: «El experimento del amor es en si mismo aberrante, la mayoria de las veces, y no se presta a la clasificacion». Lo que es importante para sus propositos es que Hazzard «encontro la felicidad en el matrimonio con un hombre con inclinaciones hacia figuras literarias y artisticas y temas marcados por la complejidad en lugar de la transparencia, con una preferencia por la verdad no revelada en lugar de la jactanciosa». Ella cita la ultima novela de Hazzard, The Great Fire: «El experimento del amor es en si mismo aberrante, la mayoria de las veces, y no se presta a la clasificacion». Lo que es importante para sus propositos es que Hazzard «encontro la felicidad en el matrimonio con un hombre con inclinaciones hacia figuras literarias y artisticas y temas marcados por la complejidad en lugar de la transparencia, con una preferencia por la verdad no revelada en lugar de la jactanciosa». Ella cita la ultima novela de Hazzard, The Great Fire: «El experimento del amor es en si mismo aberrante, la mayoria de las veces, y no se presta a la clasificacion».

La primera novela de Hazzard, The Evening of the Holiday, se publico en 1966, y The Bay of Noon en 1970. Aunque siguio de cerca los acontecimientos politicos y expreso opiniones feroces (especialmente sobre las Naciones Unidas y su conducta), Hazzard generalmente se mantuvo al margen. las controversias de izquierda de la epoca. Ella y Steegmuller encarnaron una «sensibilidad mas suave» del arte y la cultura. No estaba interesada en los debates sobre el comunismo y no simpatizaba con los estudiantes que protestaban en la Universidad de Columbia, aunque esto puede haber tenido mas que ver con su disgusto por Diana Trilling, cuyos escritos a favor de los estudiantes estaban plagados de lo que Hazzard denomino «jerga absurda». ”, que con cualquier posicion profundamente arraigada. (Hazzard tenia un poco mas de respeto por Lionel, pero encontro en el una presencia «marchita»; ella consideraba a los Trilling esteticamente de mente estrecha.

Hazzard esperaba tener un hijo, pero nunca lo hizo; tuvo un aborto espontaneo y en la decada de 1970 se sometio a una histerectomia. (Ninguno de los eventos se registro en su diario). Ella y Steegmuller dividieron su tiempo entre Manhattan e Italia. Cuando necesitaron dinero, vendio un cuadro de la coleccion que habia heredado de su primera esposa. Se movian en un mundo enrarecido de artistas, academicos e intelectuales, y pasaban mucho tiempo con sus amigos. Hazzard era socialmente generosa y ansiosa por atraer a jovenes brillantes a su circulo. Era la vida de un escritor del tipo que ponia celosos a otros escritores. “Para mi, llevas una vida inusualmente encantada escribiendo en el apartamento de Nueva York y la villa de Capri mientras reunes a tus celebridades y encantadores y los emparejas en todo el mundo”, le escribio el premio Nobel Patrick White despues de leer El transito de Venus.

EL PELIGRO QUE SURGE en la exhaustiva biografia de Olubas es mas bien como uno de los personajes de Hazzard: brillante y cosmopolita; viviendo a traves de eventos historicos pero extranamente al margen de las costumbres generacionales; a la vez supremamente serena y ansiosa por demostrar su valia. La voz de su diario, como la de su ficcion publicada, era altanera. No le gustaba gran parte de la escritura australiana de las decadas de 1970 y 1980 y, a su vez, Murray Bail se quejaba de su «aversion remilgada al vomito» y «provincialismo autoritario». La prosa de Hazzard es precisa y hermosa, pero densa ya veces exagerada; puede abrir inmensos estanques de sentimientos y aplanar los sentimientos haciendo que cada momento este ricamente sobrealimentado. Uno nunca oye venir un coche en Hazzard. Los sentidos estan mas afinados que eso.

Olubas cita a amigos que recuerdan la conversacion con Hazzard como un hechizo, una red magica de erudicion y citas. El poeta Edward Hirsch dice que ella era “la persona mas culta” que habia conocido. Otro poeta, Michael Collier, recuerda un almuerzo con Hazzard: “Simplemente sentias que te habias mudado a otro paisaje”. Habia, por supuesto, algunos que no podian ser hechizados. (Segun una de las fuentes de Olubas, Elizabeth Hardwick y Hazzard «no se llevaban bien», aunque ella no dice por que; posiblemente tuvo algo que ver con la estatica entre Steegmuller y la amiga de Hardwick, Mary McCarthy, sobre un articulo que McCarthy escribio sobre Madame Bovary.) Y de vez en cuando, incluso sus amigos, senalaban que Hazzard, a quien tanto le gustaba hablar, no era especialmente bueno para escuchar. Annabel Davis-Goff dijo que la conversacion con Hazzard era una cuestion de “encontrar un momento en el que pudieras interrumpir”. No esta claro si esa tendencia al monologo se debio al temperamento o fue consecuencia de haber sido sofocada intelectualmente en su juventud; probablemente fueron ambos. 

En cualquier caso, recuerda el cuento de Hazzard «Harold», que trata sobre un nino tranquilo que vive con su madre en una villa italiana muy parecida a Solaia. En la historia resulta que el nino escribe poemas y alguien dice lo que la gente dice en tales situaciones: «Espero que nos los lea». Para sorpresa de todos, el chico inmediatamente sube las escaleras a buscar sus papeles, y mayor sorpresa aun, la habitacion es transportada de repente por su genialidad. Compartir su trabajo hace que el nino tenga «control de si mismo»: no se preocupa por el efecto que tiene sobre los demas, y no busca su aprobacion o elogio. La historia es una especie de fantasia sobre un escritor productivo («Cada vez hay mas», dice sobre los poemas) que se basta por completo a si mismo. Harold necesita una audiencia, pero solo para alejarse de ella. 

Mientras Shirley escribia y almorzaba, Kit saltaba de Nueva York a Londres. A mediados de la decada de 1960 se instalo en Sidney, donde Valerie asumio la ingrata tarea de cuidarla. Despues de que Kit, que era conocida en el vecindario, se presento a la duena de una libreria como la madre de Shirley Hazzard, la duena llamo a la escritora Elizabeth Harrower y sugirio que, dado que Macmillan publicaba a ambos autores, tal vez Harrower podria conocer a Kit. Harrower y Hazzard comenzaron a mantener correspondencia, con el resultado de que Harrower se convirtio en un cuidador no oficial, asumiendo algunas tareas que normalmente recaerian en la familia, como llevar a Kit al medico y hospedarla durante el fin de semana de Pascua. Shirley agradecio la participacion de Harrower mientras se quejaba continuamente de que Valerie no estaba haciendo su parte (de hecho, Valerie estaba haciendo mucho mas que Shirley). Cuando Kit murio, Shirley no asistio al funeral, aunque esto puede deberse menos a lo que sentia por Kit que a que no tenia sentimientos especialmente formales sobre la muerte. Por ejemplo, cuando Steegmuller murio, ella no acompano su cuerpo al crematorio.

Leer El Transito de Venus proporciona la satisfaccion de presionar con fuerza sobre un doloroso hematoma. Las heridas del amor irradian. Pasaron mas de veinte anos entre la publicacion de esa novela y El Gran Incendio. En esos anos, Hazzard dio conferencias, asistio al Congreso Internacional de Papirologia y escribio articulos sobre las Naciones Unidas. («Escribir articulos de la ONU casi me mata y tiene un efecto letal en el trabajo real», le escribio a Harrower, mientras continuaba escribiendolos). Albergo a amigos y visitantes en tres apartamentos, habia uno en Napoles. , ademas de Manhattan y Capri, en otras palabras, distraccion constante. Le tomo ocho anos escribir las memorias Greene on Capri (2000), un retrato fascinante de Graham Greene y tambien de Hazzard, cuyas observaciones estan asperamente enfocadas. El libro es una especie de justa entre los dos. Cuando Greene senala que cierto lugar «parece idilico, pero podria ser un infierno», Hazzard lo hace mejor: «Graham se inclinaba a sospechar, en algunos estados de animo, tal vez a esperar, que la mayoria de los idilios podrian ser un infierno».

El tiempo de Hazzard tambien se dedico a cuidar a Steegmuller, cuyo comportamiento cada vez mas dificil (se quejaba en su diario de «la aplastamiento, la frialdad neurotica y el mal humor, el narcisismo») puede haber sido un sintoma de deterioro cognitivo, que empeoro en los meses antes de su muerte en 1994. Pero quizas la verdadera razon por la que Hazzard tardo tanto en escribir El gran incendio fue la dificultad de excavar el material. La novela se basa en su relacion con la vedeniapina, “ese amor que nunca mas volvere a conocer”, “el gran gran amor que comence en septiembre de 1947, un destino”. Como dice Olubas, “Su ‘trabajo’, ahora, era mas que escribir la novela; fue un ‘ensueno’ y una revision de los dias”. Parece que Hazzard pudo habitar lo que Olubas llama «la angustia del primer amor» solo despues de la muerte de su esposo; puede haber sido que pudiera entregarse al material de Vedeniapine no a pesar de su dolor por Steegmuller, sino debido a el. Un amigo dijo que el duelo de Hazzard y la historia que construyo sobre su matrimonio era como un «santuario» en el que vivia. Era «tan envolvente que no tenia sentido que ella estuviera alguna vez fuera».

Hazzard siempre se baso libremente en la vida para su ficcion. Escribio diarios y borradores en el mismo cuaderno, y Olubas observa que “no siempre es posible distinguir entre los dos”. Y, sin embargo, inspirarse en la vida no significa que Hazzard la haya enfrentado por completo. El libro de Olubas deja en claro que el trabajo de la edad adulta de Hazzard fue poner la mayor distancia posible entre ella y su infancia. “La comedia negra con la que invistio a su madre funciono como una forma de proteccion, tapiando el caos”, senala Olubas. Hazzard misma escribio, de su madre, que «es tan triste que si uno tuviera que pensar en todo eso, no podria soportarlo». La sublimacion es una practica tradicional para todos nosotros. Pero uno se pregunta si las frases deslumbrantes, incluso sublimes, de Hazzard podrian haber sido un poco menos marmoreas si ella hubiera estado menos protegida. mas dispuesta a insistir en el pasado y en su propio papel en el, menos “aburrida” por el. ¿Fue su estilo (el lenguaje denso y concreto, el laberinto de presagios e indirectas, el tejido narrativo de la inevitabilidad y el destino, el punto de vista omnisciente y lejano) disenado para escapar de algun conocimiento apremiante e intolerable? ¿O un esfuerzo para arreglarlo, para hacer una hermosa imagen para mirar hacia abajo? Sobre su lento progreso en The Great Fire, Hazzard le explico a su amigo Donald Keene: “En la ficcion, uno puede corregir una tragedia final en una sugerencia, al menos, de un ‘final feliz’. Es decir, enderezar la vida, como no se puede llegar a hacer en la realidad”. el punto de vista omnisciente y lejano, disenado para escapar de algun conocimiento apremiante e intolerable? ¿O un esfuerzo para arreglarlo, para hacer una hermosa imagen para mirar hacia abajo? Sobre su lento progreso en The Great Fire, Hazzard le explico a su amigo Donald Keene: “En la ficcion, uno puede corregir una tragedia final en una sugerencia, al menos, de un ‘final feliz’. Es decir, enderezar la vida, como no se puede llegar a hacer en la realidad”. el punto de vista omnisciente y lejano, disenado para escapar de algun conocimiento apremiante e intolerable? ¿O un esfuerzo para arreglarlo, para hacer una hermosa imagen para mirar hacia abajo? Sobre su lento progreso en The Great Fire, Hazzard le explico a su amigo Donald Keene: “En la ficcion, uno puede corregir una tragedia final en una sugerencia, al menos, de un ‘final feliz’. Es decir, enderezar la vida, como no se puede llegar a hacer en la realidad”.